Ciertamente pareciera que el gobierno está agobiado con tantos problemas, uno tras otro y tras otro, sin que le haya podido poner fin a ninguno de ellos, y entonces les asalta la duda, ¿Qué hacer?
Publica El Universal en su primera página, que el Presidente ha entrado en contacto con todos los poderes del Estado, el Tribunal Supremo de Justicia, el Moral, que comprende la Fiscalía, la Contraloría y la Defensoría y el Electoral, para que brinden todo el apoyo, sin detener los servicios prioritarios.
Me pareció cosa rara, y no es por mala información, que se haya excluido al Poder Legislativo, que sabemos no son amigos, pero en estas circunstancias sería bueno un acercamiento, que de paso podría ayudar a conversar de otras cosas, pero lamentablemente no fue así.
No se ha solucionado, ni cerca se está, el problema de la inseguridad, por el contrario, cada vez está peor, llegándose a los linchamientos, figura que suele surgir cuando la justicia no funciona. Pienso, además, que hay que reestructurar con seriedad el Sistema de Justicia, ese que está señalado en el artículo 253 de nuestra Constitución, mientras eso no se aborde nanay nanay. Los esfuerzos serán inútiles.
El tema del socialismo productivo pareciera ser que nada solucionará en cuanto a la escasez, la inflación, la capacidad de adquisición, ni ninguno de los temas económicos que nos agobian cada vez más. Se supone que con los catorce motores conocidos, íbamos a salir adelante, lo que pasa es que no prenden, porque si son eléctricos van mal, o mejor dicho, no van.
Y hablando de electricidad, la cosa va de mal en peor, y la solución no depende sino de la naturaleza, que pareciera estarle haciendo una jugada proterva a la revolución y echándole la mano a los que plantean la guerra, ya no económica, sino de toda índole.
Alguien además me señalaba que es culpa de la naturaleza, pero de la naturaleza humana socialista, que se cogieron todos los recursos de los que se dispusieron para arreglar el tema eléctrico y no dejaron nada para nadie, y por supuesto, ya no hay ni energía para perseguirlos. Para colmo, las explicaciones que da el Ministro del ramo son un tanto inverosímiles por lo repetitivas, pero nada ha dicho si, mientras aquí arreglamos el problema con gran ingenio, como lo es dejar de trabajar y consecuencialmente de producir, le seguimos vendiendo energía eléctrica a Brasil con descuentos fabulosos ¿Será eso cierto? Porque no lo han desmentido.
Entre malabares, cabriolas y piruetas los Ministros del área económica tratan de explicar lo inexplicable. Pérez Abad afirma que los empresarios ya tienen confianza en el régimen, que los sistemas cambiarios están funcionando a la perfección y que vamos a ver rápidamente los efectos de la economía productiva, y ojalá sea así, que tiempo al tiempo, que el tiempo tiempo le da, esa es la esperanza.
Por su parte, reseña El Universal, el Ministro Jesús Faria acusa a Polar de rehuir sus responsabilidades, calificándolos de cínicos e hipócritas por exigir divisas teniendo inversiones en otro país, y no pareciera estar muy a tono con el otro Ministro. Del resto, sus declaraciones fueron loas a lo que él llamó políticas de diálogo con todas las áreas de la población vinculados a los sectores productivos, todo acompañado con un mea culpa por no haberse manejado correctamente el concepto de diversificación económica.
Sin embargo, para algunos de mis amigos conocedores del tema se trata de más de lo mismo, hablar mucho y no hacer nada, como decía el célebre Groucho Marx ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos? Lo que seguimos viendo es que vamos de peor para peor plus. ¿O no?
Autor: Reinaldo Gadea Pérez
